viernes, 28 de octubre de 2011

Una fábula

La Luz Blanca y el Maligno
se fueron de picnic.


Extendieron sobre la hierba
un apolillado mantel de cuadros.
Sacaron el vino,
emparedados de atún
y un bote cristalino de almendras.

Tras el festín
sus cuerpos cayeron, uno sobre el otro,
enredándose en la tarde fresca.

Exhaustos
fueron vencidos por el sueño.
La noche trajo consigo
la dejadez y el abandono.

Los amantes dejaron de ejercer.
La pasión se deshizo en espuma.

Moraleja:

Todo cuento de hadas encierra una pesadilla.

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